lunes, 24 de marzo de 2014

EL SECUESTRO DEL SANTA MARÍA. UNA ACCIÓN OLVIDADA DE LA OPOSICIÓN AL FRANQUISMO - 3/5

Viene de: "El Secuestro del Santa María. Una acción olvidada de la Oposición al Franquismo. y "



Una vez realizada el desembarco de los heridos y la operación de engaño para despistar a la fragata H.M.S. Rothesay, comienzan a navegar en dirección a África cambiando constantemente de rumbo para evitar ser localizados, sabían que era inevitable pero querían demorarlo lo máximo posible. Sigue la consigna del silencio de radio y se impone navegar sin luces por la noche.

En el comando hay expectación por saber lo que los tripulantes y los heridos desembarcados en la isla de Santa Lucia habían declarado a las autoridades. Las escuchas radiofónicas que se realizan informan de que son perseguidos en aguas de Las Antillas por buques de EEUU (los destructores Wilson y Damato con base en Puerto Rico), Inglaterra (la fragata H.M.S. Rothesay) y Holanda (la fragata Vam Astel) y que han salido vuelos de reconocimiento en su búsqueda. Suponen que van en dirección a Cuba y la estrategia es cerrarles el camino hacia la isla caribeña. “Mientras los estrategas maniobran seguros de su éxito, nosotros navegamos muy tranquilos internándonos cada vez más en el inmenso océano” escribe Soutomaior, tienen claro que mientras no emitan señales de radio va a ser muy difícil su localización.
Los pasajeros a bordo de un gran barco de cruceros portugués en el Caribe tomaron el mando de la nave después de un tiroteo y el lanzamiento de una granada en el que murió un oficial. Buques de guerra de Estados Unidos y Británicos intentan interceptar la embarcación” (1:01). 24 enero de 1961. Biblioteca y Museo presidencial de John F. Kennedy. Cronología del NYT .



El día 23 por la noche la BBC dió al mundo la noticia. El día 24 el Gobierno portugués, por medio de un comunicado oficial, da a conocer que el Santa María había sido secuestrado por un grupo de entre 70 a 100 piratas, mandados por el ex Capitán Henrique Galvão, escapado de una cárcel portuguesa, y que los miembros del grupo eran comunistas. La información lleva ya varias horas en todos los medios de prensa internacionales.  En España es lunes y no salen los periódicos de la mañana, solo La Hoja del Lunes de cada provincia informa del secuestro y por la tarde la prensa vespertina. Hay que esperar al martes 25 para poder leer la noticia en la portada de los más importantes medios nacionales. ABC abre con a toda página con una foto del Santa María atracado en el Puerto de Vigo y a grandes letras el titular: “Motín a bordo del Santa María” en la que se contaba que 70 individuos de distintas nacionalidades  al mando del Capitán Galvão habían tomado el buque, asesinando al tercer piloto y amenazaban con volarlo. El órgano de prensa oficial de la Falange, "Arriba", informaba que la marina estadounidense tenía la orden de interceptar el buque “de acuerdo con los términos de la ley internacional referente a la piratería y a la insurrección a bordo de las naves”.  El vespertino Ya, de la Editorial Católica, incide en el acto de piratería y habla del pirata Galvão y pide, en aplicación de las viejas leyes del mar que según él seguían vigentes,  que “los piratas deben ser ahorcados”, sin embargo deja caer una cierta motivación política en el secuestro.

El día 25 se puede leer en algunos medios que según La Academia de Leyes Internacionales, perteneciente al Tribunal de Justicia Internacional de la Haya, solo se puede considerar piratería la captura de un buque con ánimo de lucro y el motín solo existiría en caso de que la tripulación se alzara contra la autoridad del capitán y que dadas las informaciones que se tenían en ese momento no se contemplaban ninguno de los dos casos, todo coincidente con el dictamen que Álvaro Lins, ex Embajador de Brasil en Lisboa y simpatizante del DRIL, les había dado antes del secuestro. Siguiendo sus instrucciones y tras la toma del barco se realizó un inventario de la caja fuerte del buque en presencia del Capitán Maia y otros oficiales, inventario que se volvió a hacer al final del secuestro para demostrar la no existencia de botín.
  


Mientras los medios informaban y especulaban, barcos de guerra y aviones militares salían en su búsqueda y se producían las primeras reacciones oficiales en Portugal, EEUU, Inglaterra y Holanda, los miembros del comando encargados de la radio estaban pendientes las 24 horas de las emisiones radiofónicas y junto con el comando muchos de los pasajeros.

Pero la vida seguía para el pasaje y parte de la tripulación. Según cuenta Victor Velo en "Santa Liberdade" la reacción inicial del pasaje y tripulantes “fue muy positiva, incluso algunos de los tripulantes se sumaron al movimiento” (en el proceso judicial celebrado en Portugal por el secuestro aparecen cinco tripulantes del barco que se habían adherido al movimiento).

En el Santa María viajaba Luis Noya Domínguez,  un gallego de 29 años, que retornaba a Galicia. Luis Noya era hijo de Juan Noya Gil, Teniente de Alcalde de A Garda (Pontevedra) cuando se produjo el Golpe de Estado de 1936. Juan Noya Gil, periodista, miembro muy activo del Partido Galeguista, cofundador de la sociedad obrera local, tuvo que vivir un tiempo escondido hasta que se entregó a la Guardia Civil en Vigo para evitar ser paseado en "A Garda", como lo fueron sus dos cuñados;  en 1945 sus hijos emigran a Venezuela.  Su hijo Luis, muy vinculado a los republicanos gallegos en Venezuela por participar activamente en el republicano y galleguista “Lar Galego de Caracas”, cuando escuchó a Velo leyendo los comunicados del DRIL no lo dudó, era su profesor además de miembro destacado del exilio gallego en Caracas; se presentó a él  y fue autorizado a grabar en el buque con su cámara de mano de 8mm, siendo el único testimonio fílmico que hay de la vida en el interior del buque durante el secuestro. Parte de sus filmaciones se pueden ver en el film documental de Margarita Ledo “Santa Liberdade”.

Luis Noya a bordo del Santa María (captura de "Santa Liberdade")

Al llegar a Canarias en el Veracruz tuvo que esconder la pequeña cámara a fin de que no le fuera confiscada por la policía aduanera. Quizás las grabaciones de Luis Noya sean las primeras realizadas por un aficionado de un acto de este tipo, años después, el 22 de noviembre de 1963, Abraham Zapruder, un norteamericano de origen ruso, graba con una cámara Bell & Howell de 8 mm el asesinato de JFK en Dallas, el único que registró el hecho casi en su totalidad. Luis Noya llegó a ser muy conocido en Vigo en los círculos antifranquistas pues regentaba la conocida imprenta familiar que su padre había fundado, Gráficas Numen.
Las actividades en el barco siguieron con toda normalidad, no cambió nada, fue una vida totalmente abierta, me permitieron filmar, sacar fotografías como si fuera uno de ellos, no me pusieron cortapisas a la hora de hacer cualquier cosa en el barco, todos los días Velo explicaba las intenciones de la operación a todo el mundo, lo que querían hacer y hasta donde podían llegar, reunía a los pasajeros de primera, segunda y tercera y les daba mítines políticos”. Luis Noya en el film de Margarita Ledo.
Según los testimonios de Víctor Velo y Federico Fernández, permitieron a los pasajeros ir de una clase a otra y a los niños que viajaban en tercera se les dio acceso a los beneficios de primera clase, “creamos una especie de comuna en alta mar”, hay que tener en cuenta que en primera clase había setenta camarotes para ciento cuarenta viajeros, en segunda clase (turista) ochenta y dos para doscientos cincuenta y en tercera, en las cubiertas inferiores, ciento treinta y tres con capacidad para ochocientos cuarenta pasajeros; los pasajeros de tercera no podían mezclarse con los de turista y primera. Joaquín Manuel da Silva Paiva, al que Soutomaior llamaba Johnny, cuando no estaba de guardia o descansando se pasaba el tiempo animando al pasaje con fiestas, organizando juegos o cantando fados con la orquesta. Soutomaior habla en su libro del capellán del buque, es un joven sacerdote de Oyarzum (Guipuzkoa) llamado Xabier Irigoien, que le pide permiso el mismo día del secuestro para decir misa, “Parece mentira que ni los curas jóvenes lleguen a comprender que no hace falta ser falangista o requeté para respetar las creencias de los pueblos y las gentes”. El padre Irigoyen, en el tiempo que dura el secuestro, tiene muy buena relación con el cenetista asturiano Fermín Suárez, comandante de carabineros en el Frente de Asturias.

Viendo que la estrategia de capturarlos en aguas del Caribe había fracasado, cuatrimotores del ejército americano,  salen en su búsqueda utilizando aeropuertos de Brasil y de Puerto Rico, ahora buscan entre el cabo San Roque y la costa de Guinea. Las instalaciones de radar barren las aguas del Atlántico. El Santa María continua navegando en zigzag sin problemas, pendientes de las noticias y rumbo a África, el día 25 deciden abrir el servicio de radiotelegrafía, Soutomaior no debió estar muy de acuerdo con esa decisión porque escribe “…pero un acuerdo tomado el día 25 que dispone poner en servicio la radiotelegrafía nos impide llevar hasta el final este plan”, no nos cuenta como se tomó esa decisión ni el por qué.  A partir del momento que se conectaron por radio empiezan a recibir telegramas de felicitación y se dan cuenta del interés de la prensa internacional por ellos.

El mismo día 24 Salazar moviliza a la Marina portuguesa y pide la intervención de Gran Bretaña y EE.UU a la que también se suma Holanda debido a que en el pasaje hay ciudadanos de ese país. El general Humberto Delgado desde Brasil desmiente todo acto de piratería e intenta maniobrar a nivel diplomático con las embajadas de EEUU y Gran Bretaña a las que solicita que no interfieran en el secuestro pues se trata de un acto de motivaciones políticas contra la dictadura portuguesa. El Foreign Office no reconoce el estatuto diplomático del ex General. 


El día 25 al amanecer se cruzan con el mercante danés Vibeke Gulwa, a unas 900 millas al este de Trinidad, que les pide que se identifiquen por radio, algo usual en la marina, el Santa María no responde, dos horas más tarde cambian el rumbo. Ese mismo día el presidente Kennedy declara que no se habían dado instrucciones a la armada estadounidense para que abordara el Santa María en caso de ser encontrado y que las únicas instrucciones que se habían dado a la marina era acompañarlos.

La prensa española se refería al hecho como un ataque a los intereses portugueses en África y al régimen amigo de Portugal sin mencionar, al principio, la existencia de españoles en el comando o entre los "piratas" como les gustaba llamarles. El 26 el corresponsal de ABC en Washington informa de que “los portavoces de la propaganda soviética no han comentado aún el caso del Santa María, aunque se cree que lo harán —y con mucho ruido— en cualquier momento” y transcribe un párrafo del NYT en el que se reconoce el carácter político de la operación y hace hincapié en que los líderes políticos era el ex general Humberto Delgado y el ex Capitán Henrique Galvão. En otro artículo de ABC se preguntan: “¿Qué gobernante ha podido acometer su ayuda a los piratas de nuestros días?” y da los nombres del líder independentista de la Guinea Francesa Seku Ture y como no de Fidel Castro, que, aunque “sin ser comunista declarado”, como dice el periódico, era el objetivo preferido de las elucubraciones periodísticas y políticas que a veces rozaban el ridículo vistas desde hoy, incluso se involucraba al Embajador soviético en Rabat. Para el régimen y sus voceros estaba claro que el secuestro había sido llevado a cabo por los amigos de la "revolución destructora" y de una supuesta concentración o contubernio de "enemigos jurados de la libertad cristiana", pero para un niño como yo, y para la poca gente que recuerda aquel hecho, el secuestro del Santa María era una aventura romántica de piratas del Siglo XX en aguas del Caribe. Por si acaso la armada española estaba en alerta y posiblemente ya se habían dado instrucciones para la salida del crucero "Canarias" hacia la zona.

Mientras, los dirigentes del comando no esperaban nada de la oposición en el exilio a las dos dictaduras, como así fue. Soutomaior escribe: “¿Qué harán las fuerzas de la oposición españolas y portuguesas?, sinceramente no esperábamos grandes cosas, la división y la pasividad los tenía desde hace años incapacitados. El afán exclusivista de cada uno les llevaría a no estimar en todo su valor el momento político que vivíamos, tratando así de no reconocer en el DRIL la organización capaz de ser el núcleo de un frente de lucha activa

Aunque esta última frase pueda parecer un brindis al Sol de Sotomayor, lo que si es cierto es que al menos la oposición española en el exilio consideró esta acción una aventura de cuatro "outsider" que ellos no aprobaban, ocupados como estaban en darse navajazos en la espalda y apostar por la reconciliación nacional, lo que trajo como resultado lo que vivimos en nuestra Transición. Esta cuestión no era nueva dado que el PSOE e incluso el PCE criticaron duramente acciones anteriores del DRIL en España insinuando que era un grupo controlado por los Servicios de Seguridad franquista, historia que contaré en otra entrada sobre el DRIL.

Mientras, los Laboristas británicos en la Cámara de los Comunes y en sus medios de prensa critican duramente el apoyo incondicional brindado al dictador Salazar por la Armada Británica, el Almirantazgo acabó por retirar los buques, lo mismo que hizo Holanda. Cada vez la presión de los antifascistas en el mundo occidental era más grande y la simpatía por la hazaña crecía y al Santa María no paran de llegar radiogramas de todo el mundo en apoyo a la acción antifascista del DRIL.

A las 13:10 horas del 25 de enero a 600 millas de la desembocadura del Río Amazonas, en dirección a África, después de 2.140 millas de navegación son localizados por un avión estadounidense. Soutomaior escribe: “Burlamos la persecución durante 80 horas, después de ser vistos en la Isla de Santa Lucía”.  
Cuatrimotor estadounidense escoltando al Santa María
Conocemos la posición del barco, El Santa María ha sido localizado por la aeronave P2B Aircraft a 600 millas al Norte del Río Amazonas”. John F. Kennedy, rueda de Prensa en la Casa Blanca el día 26 de enero.

Continua 

1 comentario:

  1. Me tienes en un sinvivir con esta historia, sufro por el destino de sus protagonistas, eres un maestro del suspense, además de un magnífico periodista.

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